LA ESENCIA está

EN LA VIÑA

Recónditas, al pie del monte, rodeadas del encinar agreste se encuentran unas viñas con un encanto especial.
En ellas nace el fruto de nuestros vinos.

Puente del Ea representa el carácter del triángulo más noroccidental de Rioja. Nuestra propia bodega, en lo alto de una colina, a 520 metros de altitud al resguardo de los Montes Obarenes, rodeada de 4 hectáreas viñedos, refuerza la percepción de dominar el entorno. Viñas que lindan con la sierra, terrazas que ascienden hacia el cielo, cepas que nos regalan vinos de altura.

EL ENTORNO

El viñedo de Puente del Ea está enmarcado por un entorno de especial armonía, entre las llanuras de tipo continental y los ambientes agrestes de los Montes Obarenes, ocupados por los bosques de encinas, pinos y robles. En este marco natural habita una fauna autóctona de gran riqueza y diversidad como las liebres, los corzos y los jabalíes. Señoreando con su vuelo el paisaje, surcan los cielos perdices, halcones y águilas reales.

EL

CLIMA

En este extremo noroeste de Rioja, de inviernos fríos y continentales, lo que marca la diferencia es el influjo del clima atlántico.

La entrada de esta influencia más fresca y vibrante define nuestros vinos y aporta una estructura vigorosa y ágil, además de una finura equilibrada muy especial.

EL SUELO

La diversidad de los suelos de nuestro viñedo aporta equilibrio y riqueza a su viticultura y a los vinos que elaboramos.

En tipología de terreno, nuestras viñas cuentan con todo: arcillo-calcáreos de color muy claro, arcillo-ferrosos de tonos rojizos, los oscuros suelos aluviales y los suelos cubiertos de cantos rodados.

Trabajamos manteniendo la trazabilidad de los viñedos, especialmente seleccionados por su escasa producción y calidad.

LA

FINCA

La finca de Puente del Ea se encuentra enclavada en la cota más elevada de la Denominación de Origen Calificada Rioja, a su extremo más occidental.

Esta situación privilegiada, al pie de la Sierra de Cantabria, nos hace pertenecer al selecto club de vinos de montaña.

La posición de altura. unida a la proximidad de la sierra, hacen que en nuestro terroir predominan fuertes vientos y haya grandes cambios de temperatura entre el día y la noche, con los que las uvas producen una mayor cantidad de polifenoles y el ciclo de maduración se alarga.

Estas condiciones son las que se traducen en un color más intenso y mayores matices estructurales en nuestros vinos.

LA UVA

Nuestros vinos nacen de nuestra tierra. Solo trabajamos con uvas autóctonas: tempranillo, garnacha y viura. Dejamos con ello que la cepa hable y que se exprese en la copa.

Practicamos un cultivo fundado en las prácticas tradicionales, con la ventaja de adoptar todo el conocimiento actual.

LA

ELABORACIÓN

Realizamos una vendimia manual en cajas, esperando su momento óptimo que, unido al empleo de la más avanzada maquinaria vinícola, nos permite controlar todos los procesos de elaboración.

Buscamos la esencia del fruto, así como el “terroir” de la zona. Respetamos los varietales y criamos esos vinos en nuestro parque de barricas de roble francés.

Trabajamos con barricas de edades inferiores a 5 años, garantizando así un producto de gran calidad. Igualmente, damos prioridad al afinamiento del vino en botella antes de la comercialización.

Capacidad de elaboración: 210.000 botellas.

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